Image: Road to Hana, Hawaii. USA.
Para quienes emigraron a países de economía estable
Ultimos días de la quincena y nada, la acostumbrada transferencia de ahorros a corriente para salvar la brecha y resolver, si es que, en el mejor de los casos, había dinero en ahorros.
Aunque esto carezca un poco de sentido, que ahorres para luego sacar, pasa mucho mas seguido de lo que quisiéramos.
Según una estadística de Go Banking (2018) se menciona que aproximadamente el 69% de los adultos en USA tienen menos de 1000$ en el banco, mientras que el 34% no tiene ningún ahorro. Se dice también que una de las cosas que mas nos perjudica al momento de administrar el dinero es el tabú que gira en torno al tema. Hace poco veía una conferencia de un empresario y conferenciante español llamado Sergio Fernandez donde hacia referencia a esto. Explicaba que por ejemplo, en una reunion de amigos donde sale a colación el tema del sexo probablemente no quedaría nadie sin opinar. En cambio, si se planteara la pregunta de cuánto hicieron en términos de dinero el año anterior, sería notorio que la pregunta no tendría la misma receptividad. Es un tema muy delicado.
Peor aún, solemos ir conscientemente a ciegas con nuestra propia economía. Puede que nos comprometamos con deudas a con mucha facilidad, sin tener claro cómo esta podría integrarse al presupuesto sin afectar otras cosas. Creo que llegamos a pensar que si ignoramos un poco el tema y sacamos cuentas “A vuelo de pájaro” es suficiente.
Una de las experiencias mas trascendentales que se puedan tener es emigrar. Comúnmente es por buscar mejores condiciones de vida, que tu país ya no te puede ofrecer. Y aunque la economía es fundamental, para mi como para muchos otros que han emigrado, el tema económico se convierte en algo más allá de eso. Aparte de que posiblemente ya no cuentas con esa red de apoyo de familiares y amigos de tu país natal, puede que incluso seas tu quien esté en el rol de ayudar a aquellos que quedaron allá en la misma situación en la que tu estabas.
Podemos encontrar la manera de mantenernos a flote y ayudar a otros, pagar renta, servicios, cuotas y tarjetas de crédito, pero sin una verdadera organización lo mas seguro es que en algún momento se lleguemos al colapso.
Fué mi caso que hace poco mas de un año estuve al borde de un colapso económico, mis compromisos sobrepasaban lo que podía cubrir con mis ingresos. Escuché sobre Dave Ramsey, un autor especializado en finanzas personales, y empecé a aplicar algunas de sus ideas. Primero, me sinceré con mi presupuesto. En una hoja anoté todo lo que ganaba y todo lo que gastaba, dejando en evidencia un balance negativo. Tuve que prescindir de ciertas cosas como suscripciones, aplicar una nueva estrategia en las compras de la casa y establecer un presupuesto fijo para la comida y gastos personales.
Así pude tener una idea de cuánto podia bajar en mis gastos y cuánto podia ahorrar. Este proceso fue super interesante porque pude darme una idea de cuánto dinero gastaba en cosas sin importancia.
Otra de las ideas de Ramsey que apliqué fue no iniciar cuenta exclusiva para ahorros hasta no tener reunido un fondo de emergencia. En este caso, se trata de un mínimo de 3 meses de tus gastos básicos. Aunque a simple vista parece irrelevante, la tranquilidad de tener ciertos gastos cubiertos en caso de emergencia te genera claridad mental y seguridad a la hora de tomar otras decisiones con respecto al dinero. Este, como todas las cosas es energía, y manejar esa energía con seguridad y confianza pareció tener un efecto maravilloso.
Una vez establecido este fondo, pude determinar que podía ahorrar aproximadamente un 20% de mi sueldo, y aquí viene otra clave: “Págate Primero”. Una vez definida esa cantidad para ahorrar, cada vez que cobro lo primero que hago es transferir ese monto a los ahorros. el resto queda en manos del presupuesto general. Entonces pago todos los servicios y cuotas que deba (La meta es llegar los balances de tarjetas de crédito a 0). Siempre quedaba una brecha, al principio es pequeña, casi mínima, pero luego se fué agrandando un poco. Esta brecha es para los gastos personales (Ir a un restaurant, ropa, etc). La verdad cuando ves el resultado la disciplina viene automática. Desde entonces mas nunca llegué a fin de mes en negativo.
Como también me encanta viajar, resolví dedicar todo lo que produzco con los trabajos de medio tiempo a una cuenta que es exclusiva para gastos de viaje. Siempre hay algún viaje planeado o en mente. Así fuí capaz en unos meses de viajar a Hawaii para fin de año sin tocar el sueldo, menos los ahorros personales. Eso sí, con una planificación meticulosa y sin grandes lujos. Valió y vale la pena.
De este proceso ha pasado ya casi un año y el cambio ha sido enorme. Puedo decir que la prosperidad es alcanzable siempre que seas honesto con tus metas, que vayas con calma y tengas disciplina en el proceso. Escuchamos la frase de “Construir Futuro” como algo a veces ajeno, pero cuando lo haces, o cuando sientes que lo haces, sabes que es necesario, le da muchísimo sentido a la vida y a las cosas que haces.